La transición de un Estado Confesional para un Estado Laico, no es un proceso fácil y mucho menos para tomarlo a la ligera por parte del cristianismo protestantes en Colombia, hasta llegar al punto de dejar en manos de ese mismo Estado la completa visión y guía de los nuevos parámetros que interpretarán el quehacer religioso del país. Colombia se ha mantenido como estado confesional desde 1887 hasta 1991, al hablar de confesional, no se hace referencia a lo teocéntrico solamente, sino también a lo católico-romano . Ante lo anterior comento.
La tradición hace parte de todas las culturas del mundo, en ocasiones la cultura esta ligada a la moral en su forma de una realidad única e inseparable de hegemonía. El Catolicismo fue, es y seguirá siendo parte de una moral anormal, y me refiero a normal a aquella que en el intento de pensarla en mi mismo, de desajustarla para incorporarla en el afán de pertenecer al plan económico que sugiere buenos sentimientos y pocas ideas, es retenido por la fuerza del pasado en mi familia (tradición) y de mi construcción como persona que cuenta con un ideal de hombre que sigue a Jesús sin conocerlo, que crea valores para su tiempo (mi tiempo) y que no encajan con lo moderno y conocible en apariencia física. Es decir que todo aquello a lo que era un deber ser, lo sigue siendo, y aunque las pruebas científicas, físicas y metafísicas demuestren lo contrario, seguiré siendo para aquello para lo cuál fui formado y pronto creyente.
Ahora, no soy católico mediocre por Gálatas, sino por que me he dado cuenta que sin importar el camino a tomar siempre habrá alguien en busca de destruir aquello en lo cree y en lo que no se cree. Sucede que mi creencia se basa en el miedo que viene de un estado que le dio duda definir una creencia. Como si esto fuera poco, la hermenéutica económica plantea diversidad de productos tal y como sucede con la religión que propone un estado laico de diversidad de culto y creencia tal y como sucede con los miles de productos que tiene una tienda.
Y si ahora respondo al por que profeso un religión es por una razón:
1) El plan económico capitalista plantea clases sociales que definen un núcleo de la riqueza en unos pocos y, para que esto se de, se establece una maquina rentable (el vulgo) que redefinen y alinean sus fuerzas en productos que son vendidos a ellos mismos sin atractivo de uso pero con grandes ventajas de funcionalidad (hay que ver como se vende un auto, como libertad y signo de prosperidad).
Aún con esto la Iglesia Católica por motivos históricos que no vienen al caso, le interesa mucho esta propuesta (sin saber las reales consecuencias de esto) del plan económico que deja muchas débiles y desalentadas almas ávidas de ser consoladas y controladas por fuerzas económicas y religiosas que obligan a levantar un muro de ignorancia para aquellos que el linaje, la herencia y las tierras no le han dejado nada.
Como consecuencia de ello, mi madre de 71 años, hace parte de una amplísimo grupo, que ha tientas ha tenido que aliarse hasta con el diablo con tal de salir de esta desprotección (significado de diablo: difíciles situaciones) para seguir generando maquinas rentables (yo) a muy escaso precio y fácilmente reemplazable.
Tan pobres somos que ni siquiera un libro podemos comprar para leer, ya vuelvo a ver a mi madre producto de una férrea Fe, y es que no se puede atar una vida a una sola esperanza, maltrata y hiere, a los unos y a los otros.
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